Vuelta al pasado

Haz como si no me conocieras y finge total novedad.
comienza por presentarte y dejemos el pasado atrás.
Si quieres que te perdone, arráncame del recuerdo del pasado y plántame en tu presente.
Si te lamentas por lo sucedido, te arrancaré la culpa: te cedo el olvido que me ha acompañado hasta las últimas notas de tu saludo.
Si partiste y me dejaste envuelta en tu recuerdo, no pretendas que te reciba con los brazos abiertos.
Sigo cargando los recuerdos. Los que me quedan, los que el llanto no arrancó.

Preséntate, no te conozco. Simula que nunca me conociste.
Olvida nuestras memorias pasadas y sus vidas anteriores.
Si has decido volver a mi patria es para hacerme parte de la tuya.
Tienes tu presente, tienes tu futuro.
Tengo mi futuro y me basta mi presente.
No pretendas que abdique mi libertad ni mi derecho a recorrer tanto tu tierra como la mía propia.
Sueña tu futuro a partir de tu presente y no te maldigas para hacerte meritorio de mi aprecio.
Puede resultarte en acertado desprecio mío.

Nada tienes que excusar. Aprendí a aceptar que te marcharas.
Con pequeños pasos te metiste en mis miradas.
Fuiste como un aguacero de abril y hasta los huesos me mojaste.
Y luego, un día, como migración de golondrinas, partiste y me dejaste.
Aprendí a vivir contigo. Aprendí a vivir sin tí.
Así que no me lo preguntes, no sé si prefiero hablarte o salir de aquí.
Decides tú, como antes lo hiciste.
Yo decidiré si vale la pena desterrarte.

Si vas a pasar es porque te doy permiso.
Si sientes pesar, a mí no me lo achaques.
Si me haces reir es porque me agradaste.
Empieza de cero, arranca ese lastre.
Olvida mi vida, olvida que me amaste.
Que así olvidaré que te amé y que me dejaste.

Y puede ser que así, nuevamente, caminemos juntos un trecho.