El post a continuación es susceptible de afectar a personas que han sido victimas, han tratado con victimas o han enfrentado cargos por violación. Agradezco a la audiencia que pueda sentirse afectada que se abstenga de leerlo.
Mi intención con este escrito no es, de ningún modo, incitar a la violencia de género en su peor forma de expresión. Todo lo contrario: pretendo señalar y denunciar la precariedad más dolorosa de las mujeres victimas del maltrato físico y/o psicológico.
Agradezco que los comentarios se hagan con respecto a lo antes mencionado.
La autora.
El último grito. Allí fue que perdí los estribos. Antes estaba tranquilito, ni le paré media bola a lo que decía. Pero ese grito al final ese "poco hombre"...
Es que nada, antes de ese grito, me había hecho coquito. Era la pared hablándome, ni la oía.
Pero lo de "poco hombre"... no, eso sí que no.
Ella qué coño sabe qué es un hombre? ¡Empezando porque un hombre no se pinta las uñas! ¡Ya tendría que saber qué era un hombre!
Entonces agarré y me le fui encima. Empezó a pegar gritos la muy pendeja, preguntándome que si estaba loco. ¡Claro que no estaba loco! ¿Ella no decía que yo era poco hombre? Ah! Entonces que se preparara para saber lo que era un hombre de verdad!!
Empezó a pegar gritos y le tapé la boca. Allí me arañó con una mano. Pendejo que fui porque no conté con eso. Entonces le pegué la cabeza contra el mueble y se quedó medio atontada y me dió tiempo de agarrarle la mano con la mano con la que le tapaba la boca y empezó a gritar otra vez. Para callársela se la besé y como no hacía sino rehuirme, se la mordí para que se quedara quieta.
Pero así no podía ver qué estaba haciendo, entonces le solté el labio y llorando me decía que la dejara, que si la quería la dejara, que si estaba loco. Le dije que no estaba loco un carajo, que si ella no decía que yo era poco hombre... que ahora iba a saber lo que era un hombre de verdad. Y le dije eso y empezó a gritar otra vez. No entiendo a las mujeres, ¿no quería un hombre bien hombre, pues? Ahora que lo tenía, gritaba pidiendo auxilio.
Le estrellé la cabeza de nuevo contra el mueble y mientras se recuperaba del atontamiento, agarré mi corbata, la até las manos a la pata del mueble y listo, me deshice de las garras y los manoteos. Como empezara a gritar, la golpeaba y listo.
Le arranqué de un tirón la camisa y empezó a llorar. ¿Pero quién coño la entiende? Un macho bien macho ¿no era lo que ella quería?¿Qué le voy a estar pidiendo permisos para mostrarle de qué es capaz un macho? Le dije que si seguía con la llorantina, le daba otro coñazo y listo!
Los pantalones no salían, así que agarré y se los rasgué para abrirme paso. Le arranqué a medias la pantaleta y, separándole las piernas con mis piernas me le hundí con todo hasta el fondo. ¡Ahí sí gritó con una razón valedera! Para que se calmara, la besé. Y lloraba y me decía que no con la cabeza... No la entiendo, de verdad que no la entiendo.
Tan pronto acabé, como ella andaba así de sensible, me paré y me vestí, la dejé sola porque no quería que la tocara ni nada. Le desaté las manos y le pedí perdón por amarrarla y le expliqué que si no lo hacía así, me iba a romper la cara con las uñas. Siguió llorando, la tomé en mis brazos, la traté de calmar mientras lloraba y temblaba.
Se está duchando ahora mismo. Me parece que no anda ya de malas conmigo y creo que le quedó claro qué tan macho soy. En lo que salga, le preguntaré cómo se siente y si está de buen ánimo, le preguntaré qué hizo de cena hoy...
8 comentarios:
Muy valiente tu post. Muy valiente el escribir en la primera persona que es el verdugo y no la víctima. Interesante meterse en su cabeza (la de él) para desvelar al monstruo, para denunciarlo. Porque así lo veo yo. Espero que todo el mundo pueda entenderlo de este modo, como una denuncia, nunca como apología. Me ha parecido una historia tan inteligente como descarnada. Estoy contigo en la lucha contra la violencia machista en todas sus acepciones, desde que el abuso (como muestras en tu historia) va más allá del preciso momento violento y de los huesos y piel de la víctima. El abuso se extiende y lo impregna todo con esa deformidad enganchosa de ver la vida.
¿Has visto la película 'Te doy mis ojos'?
http://www.labutaca.net/51sansebastian/tedoymisojos.htm
Vienna: Gracias, muchas gracias, por tu comentario! Valiente? Me parece que es necesario. ¿Cómo piensa un victimario y no una víctima? Me pareció, ayer, más fácil asumir la postura del violador que la de su víctima...
Te voy a ser honesta, ayer quería hacer la "tarea" de "get lost" que proponías tú. Pero quería hacerla desde un punto de vista psicológico.Cuando me encontré con el cuadro de blogger esperando que lo escribiera, me dió como ataque de "página en blanco"... y me acordé que tú decías "algo, no tiene que ser una historia para un Nobel, escriban algo, cualquier cosa. Y salió la primera línea. Me le quedé viendo y me fui a preparar un té.
Volví y la veía titilando y le puse otra frase. Y le añadí el entre comillado de "poco hombre". Allí nació el resto de la historia. Una vez que "reaccioné" a mitad de la narración, viéndole el lenguaje escogido (exprofeso) para el personaje, su (como tu bien dices) tinte descarnado, me dije "no puedo ponerle a esto una etiqueta de "Writing in Spanish" como "tarea de la página en blanco"... Es muy duro! Hasta advertencia tendré que hacer!"
Y salió lo que ves. En realidad empezó como una "página en blanco".
Y mira cómo quedó todo...
Soy sobreviviente de un año y medio de maltrato psicológico y abandono emocional. La violencia física era el asunto de otra amiga que conocí luego, en otro país, en otras circunstancias. Esta historia es el extremo de ambas formas de maltrato, las variantes son sutiles y me opongo tanto a la violencia contra las mujeres (posición natural y lógica, por mi sexo) como a la de los hombres. Nadie merece "sufrir en nombre del amor".
Espero, como tú, que la gente lo interprete como denuncia, no como apología. Sería penoso que así sucediera...
Gracias, de nuevo, por la lectura atenta, la apreciación literaria y la recomendación fílmica: no, nunca la ví.
Luego de tanto leer (Mujeres que aman demasiado, Mujeres que corren con los lobos, Historias del continente oscuro, El jardinero fiel, Las cenizas de Angela, El vagón de las mujeres y otros libros), me agrada saber que los referentes visuales empiezan a llegar a mi vida... gracias a tí.
El fin de semana, seguramente, tendré tiempo de verla. Gracias por la recomendación!
Feliz continuación y que tengas un muy buen día!
Qué desesperación Dios mío.
Miss No Cindy Crawford me: Y cuando se vive con alguien así, se está expuesto al eterno zozobrar del no saber si al otro le va a dar por explotar en un arranque de golpes o una lluvia de gritos...
La desesperación termina tiñendo todo de ansiedad.
Algo fuerte el post en tanto no es lo que se espera, pero bastante bueno en la forma y el fondo.
solo puedo decir FELICITCIONES!
nadie tiene el derecho de hacer sufrir a otros ni con palabras ni con golpes :D
Belfagor: Gracias... sí, quien "conoce" mi bitácora y se lee esto sale asustado. Pero así salió, así debe ser, creo. Gracias por el elogio... y tu otro comentario quedó perdido en el post de Recuerdos... estabas distraido, supongo?
Vcellistar: GRACIAS! (Carita sonrojada acá)
No, es muy cierto, nadie tiene derecho a hacer sufrir a nadie bajo ninguna forma de violencia...
... pero está en tus manos el no dejar que nadie se tome las atribuciones de, o se crea con derecho a, hacerte sufrir. ;)
Saluditos a ambos.
Hombre ??, poco hombre ??
Ni ese titulo merece el tipo, es demasiado el decirle así.
Muy bueno tu post me gustó mucho.
Mucha Vida !!
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