Que quieres conocerme, dices. Porque te intereso mucho, aclaras. Muy bien... me voy a describir:
1) Soy lo que ves. Y actúo desde lo que no ves. Es así de simple pero sé que no resulta fácil de comprender:
Si me ves sonreir es porque estoy contenta.
Si me ves llorar sin consuelo, será porque esté triste.
Si mis ojos se abren de golpe es porque estaré sorprendida.
Y si me callo de golpe es porque he decidido no hablar porque estoy molesta y estaré pensando en la mejor forma de expresar mi incordio sin herir a nadie.
Eso que ves, eso soy.
Pero puedo entristecerme y no echarme a llorar, simplemente quedarme pensando, demudada, viendo fijamente algo y seguir pensando en eso mientras continúo andando.
O puedo reir internamente a carcajadas aunque sólo se esboce una sonrisa en mi boca, comprendiendo la maravilla del milagro que en algo o alguien se ha operado.
También puedo quedarme muda de repente sólo porque me provoca escuchar el ruido de la savia corriendo en los árboles o el canto de un tubo de escape de un carro de lujo que pasa a mi lado.
En esos casos también puede que sonría, pero no es fácil de explicar (y a veces resulta absurda) la razón... así que entonces me conformaré con decir "Ah! no, no me pasa nada!". Y en realidad nada me pasa, es que simplemente todo me habla. Así, en esos momentos, me moverá algo que no logras ver, mis actos serán el resultado de una vuelta del cerebro que se te escapó de vista.
2) No creo que comprenderme o saber lo que siento sea tarea fácil, así que seré lo más directa posible contigo. Es decir, si necesito que me abraces, te diré, "abrázame". Y casi simultáneamente, te echaré los brazos al cuello. Oyéndolo y sintiéndolo, espero, será más fácil saberlo.
3) Todo lo que digo es estrictamente lo que digo, salvo cuando me molesto. Si te digo que te quiero, es estrictamente eso. Si te digo que quiero quedarme en casa es estrictamente eso. No hay trasfondos, ni segundas intenciones, ni de sarcasmos o ironías. Si estoy molesta soy irónica, sarcástica y caústica. Trato de medir las palabras que uso porque sé que una vez dichas, pueden ser harto hirientes y entonces no habrá vuelta atrás. Pero siempre será mejor no tomarse entonces mis palabras literalmente, sino simplemente como el fin de mi limitada paciencia.
4) Soy muy terca a veces y muy laxa en otras. El punto medio también lo conseguirás, pero no esperes que sea uniforme en mis enfoques y niveles de energía para "entrompar" las cosas.
5) Quiero conocerte mejor y quiero lograr "engranar" contigo. Si en algo me puedes ayudar, siempre te lo voy a agradecer.
6) Suelo ser tolerante y respetuosa de gustos, pasiones y asuntos que no interfieran con mis gustos, pasiones y asuntos. Es decir, un caos total en el orden de tus calcetines te lo toleraré y respetaré siempre que no perjudique, interfiera o modifique el orden de mis calcetines.
7) Necesito dormir 7 horas como mínimo. No hay excusa, por muy buena que sea, que valga la pena intentar hacerme dormir menos. Y no creo que te interese saber los resultados de llevarme la contraria en este aspecto.
8) Hablando de reposo: duermo sola. Puedes estar en mi cama, pero no esperes que te abrace para dormir. Si me da frío puede que me acerque a tí para obtener calor, pero no me abraces ni esperes que te abrace. No crecí con peluches para dormir y soy imperturbablemente hosca en mis sueños.
9) Me pongo de muy mal humor cuando se me pasa la hora de comer. Y como 5 veces al día. Mis tres comidas principales son inaplazables, impostergables e innegociables. Y no, no te vaticino buenos resultados de intentar comprobar la veracidad de esta tesis.
10) Todo lo antes dicho queda sujeto a los rigores de mi síndrome pre-menstrual: suelo estar más sensible, pierdo el espíritu guerrero y lloro con mayor facilidad... y soy de las que piensa que no se le debe hacer a nadie lo que no me gustaría que me hicieran. En consecuencia soy más conciliadora, respiro más hondo para conseguir más paciencia, medito más y evito hacer un rollo por alguna nimiedad. Pero todo puede valer nada y lloraré igual...
Si estos consejos te valen, si el "paquete" te sigue interesando, si la curiosidad es más fuerte que la lujuria y si el ánimo de hacer que me enamore de tí cada día es más fuerte que la rutina, entonces podemos hablar de que te intereso... Y hasta llegaré a creer que, de verdad, te intereso mucho.
1 comentario:
y nadie comentó en este post!! no puede ser!! Gracias por los datos!! jajajaja
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