26 may 2011

Mi cuerpo y mis enfermedades



"El dolor es inevitable. El sufrimiento, es opcional". Buda Sakyamuni.

"Nunca hagas caso a lo que te digan sin comprobarlo por tí mismo. Ni siquiera lo que yo pueda decirte". Buda Sakyamuni.

Muchas, muchísimas veces me he enfermado. Como casi todo el mundo, alguna vez tuve fiebre. Nunca me fracturé. Pesqué piojos. Y desarrollé malestares, dolencias y padecimientos corporales varios a lo largo de mi vida.

Pero, de hace unos 5 años para acá, entiendo que no es "capricho del cuerpo". Tampoco es que "la máquina se dañó". O, mejor aún, que "me atrapó un virus"... Los "virus", esos entes caprichosos, sirven para explicar muchas cosas. Pero no explican cómo, trabajando con grandes volúmenes de gente que tose, estornuda, moquea y se asfixia en sus fluidos nasales, no me enfermo nunca y, oh sorpresa! sí atrapo "la gripe de moda"... que nadie a mi alrededor tiene.

Con ese pensamiento en mi cabeza, un día llegó a mis manos un libro. Y dos. Y tres. Libros que hablaban de las causas mentales que nos hacen proclives a tener tal o cual dolencia. Y cómo curar esas ideas que tenemos que nos "desprotegen" inmunológicamente. El cerebro es nuestro Napoleón Bonaparte del sistema inmune: sin él, las defensas están perdidas... no hay estrategia posible que resulte al 100%.

Somos mente, espíritu, cuerpo, alma, esencia, luz. El plano físico, el cuerpo, es la conexión más "vulgar", más "primitiva" que tenemos con nuestra supraconciencia infinita. Esa supraconciencia es la que nos hace ser generosos, ser amables, ponernos en el lugar del otro, respirar profundo 10 veces antes de cometer una imprudencia contra alguien, quien nos hace entender que somos tan flor como la rosa, tan gato como el gatito en la calle, tan basura como el vertedero en el terreno baldío, tan puros y vastos como el riachuelo que tanto nos gusta, tan tristes y sucios como el mar que contaminan los cargueros de petróleo.

No siempre tenemos "las antenas" afinadas y no escuchamos la voz de esa supraconciencia. Puede que tampoco escuchemos a nuestra esencia. O a nuestros sentimientos. Quizás ni siquiera escuchemos a nuestro espíritu. Y puede que ni siquiera escuchemos a nuestra mente! Entonces, nuestra alma, para apartarnos del mal camino, puede verse forzada a utilizar el medio que más nos vincula con el mundo físico en el que nos desarrolalmos: nuestro cuerpo.

Pero siempre será sutil al inicio. Si no le hacemos caso, se buscará otro medio. Y si aún no lo escuchamos, buscará inmovilizarnos, hacernos la cotidianidad un calvario.

Y no es que sea un sádico de primera. No. El cuerpo sólo es instrumento de un alma guiada por una supraconciencia que nos dice "detente, ese camino no es correcto!".

A veces, en su desespero por comunicarnos un mensaje, utiliza una parte específica del cuerpo. A ver si se nos ocurre, algún día, empezar a analizar "por qué me pasa esto que antes no me ocurría?!"

Tomemos por ejemplo un libro: "Usted puede sanar su vida" (Louise Hay)
Tomemos un ejemplo: la mano.
Tomemos una sola mano: la izquierda.

Muchas medicinas no alopáticas (la china, El Ayurveda, etc) asocian al lado izquierdo del cuerpo con la energía yin. Es decir: la fuerza de lo femenino, la receptividad, la capacidad de recibir, el ser pasivo, lo que se conecta con la tierra, los cultivos, la fecundidad, la fertilidad... y un largo etcétera.

Si pensamos en todo lo que hacen las manos, llegaremos fácilmente a la conclusión de que son vehículos de expresión de nuestra mente y sentimientos. Nos ayudan a comunicarnos. ¿Cuánto no hacen nuestras manos en la vida cotidiana? Toman cosas, entregan cosas, golpean cosas, sostienen cosas... no necesito ahondar más en el asunto.

Cada dedito tiene un detalle. Cito:

"Los problemas en los dedos nos dicen dónde hay necesidad de relajarse y desentenderse. El pulgar es el dedo mental y representa las preocupaciones. El índice es el yo, y el miedo. El dedo del medio tiene que ver con el sexo y con la cólera. El anular representa, a la vez, las uniones y el sufrimiento, y el meñique tiene que ver con la familia, y la falsedad."

Si aplicamos mi postulado (que no es mío, es de alguna medicina de éstas que tienen más de 1000 años de antigüedad) en un incidente de esos que no se explican sino por la lógica y las cosas con las que me relacioné, como podría ocurrir, como es el caso de "me corté el dedo medio". Por poner un ejemplo muy tonto y harto frecuente. Desde la visual de estas medicinas antiquísimas, yo podría tener algún problemita menor de índole sexual. O un incordio muy pequeño con alguna mujer muy importante en mi vida (es el lado izquierdo, la energía yin, el lado de la mujer...)

Si yo no le hago caso a esa dolencia, podría ser que, inexplicablemente, yo me tuerza el dedo en cuestión. Ya vemos que hay algún tipo de problema más drástico con el sexo o que tengo una rabia manifiesta hacia una mujer en mi vida. Las torceduras están dadas por el miedo a avanzar... miedo a ir en una dirección determinada en la vida. Eso quiere decir que, inconscientemente, sé que no debo avanzar en mi empeño por relacionarme así con esa mujer (la que me causa esa preocupación, ese malsabor en la vida. Sea madre, hermana, esposa, hija, sobrina, cuñada, amiga...) o que no debo emplear así a mi sexo o relacionarme sexualmente así...

Si continúo sin hacer caso, podría ser que, por otro accidente de esos que parecen lógicamente explicables, me fracture el dedo. Qué cosa tan drástica que es una fractura: empiezo a notar cómo sacaba cosas rápidamente y ahora me demoro más, vestirme es más dificil, teclear en la computadora es más cuesta arriba, manejar es imposible... el todo, contando que no sea zurda la persona en cuestión!

Y es que, en una fractura, se interrumpe el intercambio armónico entre el mundo externo y mi mundo. Hay una zanja enorme, muy patente, que me separa de mi mundo circundante. No me separo de mi mundo interno, sino del externo... Yo no debería estar en ese entorno en el que me muevo normalmente, en esas ideas que me rondan la cabeza y que se refieren a mi rabia hacia una mujer o mi manera de relacionarme con la energía que de la tierra deriva y que todo crea: la sexual. Estoy yendo en contra de mis principios y me están paralizando la rutina para hacerme acordar más veces por día de "mi dedo medio"... a ver si alguna duda se enciende en mi interior y me hace analizar el evento!

No quiero seguir profundizando en el tema. Bien podría seguir con otras situaciones que podrían aparecer por no hacerle caso a mi silente y corpórea protesta física.

Lo cierto es que, aunque me duela, la fractura es inevitable. El dolor que me produce la fractura es inevitable. La rehabilitación del dedo luego de la fractura es inevitable. Pero el estar sufriendo por la rabia que me produce esa mujer que me ronda la vida, o el estar sufriendo por mis problemas, insatisfacciones o disfunciones sexuales, es absolutamente opcional. Al fin y al cabo, mi cuerpo está tratando de hablarme y está dándome luces para que deje de lado las cosas que me hacen mal y me dedique a vivir como me corresponde. Para volver a mi estado de salud originario y ser perfectamente feliz.

Bueno, esa manera de pensar es la que he estado aplicando los últimos tiempos para sanarme esos "achaques" que antes no tenía. A mí me ha sentado bastante bien. Pero no estoy proponiendo nada en materia médica. No soy capaz de ello. Además, no se supone que uno le crea a todo el mundo todo el tiempo. Ni siquiera a los hombres iluminados...

4 comentarios:

Yo NO SOY Cindy Crawford!! dijo...

Que te mejores. Quedé a mitad de relato.

Beso grande.

3rn3st0 dijo...

Leerte de esta manera, tan completa, tan contigo misma, me encanta. Los "achaques", los malestares, forman parte de nosotros, ahora empiezas a manejar herramientas que te permitirán, en un futuro cercano, aplicar autosanación.

Saludos Lulú, saludos encantados. Se extrañaban tus escritos, pero bien que valió la pena la espera :-)

Oz Vega dijo...

Maria Dolores Pradera, solían llamarme en mi casa... y era que nunca me dolia nada, pero el minimo dolor me tiraba a la cama... tan poco acostumbrado a los dolores que lo mas simple me derrumbaba!
bueno... los del alma son peores...duelen mas!!!
Besitos hermosa.
Pd. Hacemos un dibujo a cuatro manos??
:D

Lulu dijo...

Of course, Miss you...
Mi linda, no era un dolor mío. Hablaba de la mano para explicarle a una amiga (mucho más pedagógicamente) lo que por teléfono no me entendería...
A vos, a vos... te tengo que precisar! Tan pronto me pueda precisar yo! :P
TE QUIERO!
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Ernesto:
Pues sí, mira tú, qué cosas... ahora me doy cuenta qu epodemos ser nuestros propios chamanes. Y he descubierto que antes, previo a toda curación, tenermos que armaarnos de entereza y valor porque hay un ser vil y rastrero que llamo "saboteador personal" que se dedica a echarte a perder todos los proyectos de autosanación!

Advertido queda. Y me alegra que le guste que sea yo conmigo porque, por los momentos, éste pedacito de mí procura ser un yo ocnmigo...

Saluditos miles! Y prometo escribir prontamente...
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Oz... Mi querido niño de los lápices de colores:

Ay! Y cómo se hace eso? Lo de dibujar a 4 manos, digo yo... porque no tengo ni la más mínima idea pero yo me lanzo!:D Me chismeas todo eso por el correo? Tema, técnica, cómo hacerlo...y demás?!

Y sí, muñequito mío, los del alma duelen más. De hecho, los del alma nos dicen, muchas veces, muchísimas cosas... solemos no prestarles ni un mínimo de atención y luego andamos con achaques... te juro que sí!

Besitos coloridos para tí!:D