16 ago 2009

Un smoking y el glamour

"Poco a poco todo ha ido de cabeza p'al empeño
se dio juego de pileta y hubo que echarse a nadar...
Sólo vos te vas salvando porque pa' mi sos un sueño
del que quiera Dios que nunca me vengan a despertar.

Viejo smocking de los tiempos
en que yo también tallaba...
¡Cuánta papusa garaba
en tus solapas lloró! (...)
"

Viejo smoking. Carlos Gardel

7:45 am. Voz masculina al otro lado de la línea:
"Buenos días... perdona por la hora, bomobonazo, pero tengo una premura incontenible"

Y sí, era Osvaldo. Anda embolado ultimamente con el asunto de su ex, los recuerdos y la última vez que nos vimos. Cosa de dos semanas ya. Lo regañé porque ya se me va a olvidar lo poquísimo que sé de tango. Reía. Se nota que se le olvidó reir y lo hacía casi sin ganas.

Todo bien, según me enteré por su llamada que me sacó de un merecidísimo descanso. Vamos por partes:

-El viernes, en el trabajo, le anunciaron que le habían cambiado al cliente y que su proyecto quedaba en manos de otro colega. Sí,como manda la Ley de Murphy, le faltaban unos retoques apenas y lo tendría listo ese mismo día, al final de la tarde. Suerte que tuvo el colega.
- En el almuerzo le sirvieron lo que pidió pero le cayó muy mal y se pasó la tarde en el baño... Luego descubrió que no eran cosas del universo contra él pues varios estuvieron turnándose la llave del baño.

- La ex fue a buscar sus cosas en la noche. Osvaldo le pidió una vez más que se lo pensara (exactamente lo contrario a lo que le recomendé) y la señorita, con más vigor que nunca, le dijo que no era no y que lo quería mucho pero no podían seguir juntos.
- Sólo, en su casa medio vacía, Osvaldo se vació lo que le quedaba de ron con todo un cd de Gardel que le regalé con las canciones qu emás me gustan de él. En 75 minutos se tomó 2/3 de botella de ron. Llamó a sus amigos en Argentina y se acostó como un bendito. No sé cómo diablos aguanta tanto...
- El sábado tipo 10 am, cuando fue a la cocina, lloró encima de la única cosa que dejó su ex olvidada en la casa: el cacharrito para calentar la leche de su café. No me llamó porque sabía que yo estaba en el trabajo...

Y, claro, como yo le había mandado un mensajito el sábado para vernos en la noche, inocente de su noche de despecho alcohólico, decidió llamarme el domingo, para "serenar la cabeza el resto del sábado y hablar bien con vos y salir un ratito la tarde de hoy". Le dije que no podía porque tenía un encuentro con dos blogueras, una que sospecha haber llegado por su cuenta directamente aquí y la otra, salida del blog Historias.

Se quejó de su suerte con las chicas. Que hasta conmigo le fallaba la suerte. Y fue tanto lo que se quejó, tanto lo que me lloró al teléfono todas sus desgracias (mientras yo me lavaba los dientes tapándole el micrófono del auricular), tanto lo que imploró a los dioses del olimpo para poder tener el interés sexual que tuvo antes, que sólo se me ocurrió pensar en Gardel. Y le canté ese pedacito del coro que dice

"
Viejo smocking de los tiempos
en que yo también tallaba...
¡Cuánta papusa garaba
en tus solapas lloró! (...)
"

Más me hubiera valido no hacerlo. Ese hombre se mimetizó con Gardel y me dijo que sí, que ya no valía ni su cara, que no sólo no le provocaba salir con otra mina sino que ni le provocaba salir, que iba al trabajo pero no se acordaba de las cosas, que se le perdían objetos, que antes hubiera sabido resolver mejor las cosas, que se estaba poniendo viejo...

- Osvaldito, corazón, ya va, espérate... tú desayunaste?
- De qué hablas, bonita?
- De comidita en la mañana. Algo te metiste en la boca?
- ... Ah?
- Dale, me voy a vestir, caliento el carro y me voy a tu casa, vamos a hablar en serio, vamos a desayunar y caminamos por ahí, te parece?
- Ah?!
- Cuenta una media hora. Oki? Te repico cuando esté llegando para que me acompañés a estacionar el carro e irnos a comer algo rico para subirte la moral.
- Pero la moral no se sube con comida!!
- No, pero el ánimo depende de la energía que tengas para quemar. Si no comes, no tienes energía. Y tu cuerpo ha consumido mucha, últimamente... y además, querías salir conmigo en la tarde pero no puedo en la tarde, sólo puedo en la mañana...
- Ya. Todo bien.
- Permiso, me tengo que maquillar y necesito las dos manos. Además, no me puedo poner la camisa con el teléfono en la oreja.
- Todo bien...
- Chauuuuu...
- Chau!

Desayuno con Osvaldo. Mocos y lágrimas en el café post-desayuno. El mundo se nos quedaba viendo porque ese hombre era un charco de mocos que no dejaba de coger servilletas. Le ofrecí mi pañuelo. Me imagino que la clientela del local pensó que le estaba cortando las alas al pobre y lo estaba dejando... con tanta ironía que hasta pañuelo le ofrecía. Una señora me miraba fijo y mientras Osvaldo se secaba los ojos hinchados, me le quedé viendo fijo a la señora...

... y el flaco gemía, se seguía secando las lágrimas en los ojos, le agarré la mano, me paré de la mesa, lo halé hacia arriba y no quiso pararse, así que me agaché y lo abracé.

La moqueadera no era normal. Se disculpó, le dije que no, que estaba bien. Se contivo de seguir llorando por "el qué dirán". Lo mandé a mandar a lavar la cola a los que nos estuvieran viendo. Pagamos la cuenta y nos fuimos caminando. Caminamos unos 5 kms de ida, más 5 de vuelta al carro. Maldijo a la ex. Alabó a la ex. Maldijo a la morena que le echa los perros en la oficina. Alabó a la morena que le echa los perros en la oficina. Le pregunté si pensaba algo concreto o solo divagaba. La respuesta sería lo mejor de la conversa:

"Pienso que si no fuera por el tango, no nos hubiéramos conocido. Y si no fuera por mi ego no hubiera decidido nunca hacer que esos ojotes se fijaran en mí... y no estarías aquí y estaría solo en mi casa enjaulado, llorando miserablemente. Y es peor llorar miserablemente que llorar acompañado. Qué lindo que es el milagroso tango y qué lindo que es mi ego..."

Listo. Creo que mañana Osvaldo podrá mirar a la morena de la oficina pensando en que si logró que mis ojotes lo vieran, puede hacer lo que sea con las pestañotas lindas de esa melena larguísima con boquita roja y tetas de campeonato.

Bravo Osvaldito!! Duro con ella, tigre!!! Grrrr....
Jajajajajajaja... Sí, boludo, tú sabes, tú sabes...

2 comentarios:

princesita ojos de arena dijo...

wow q relato! yo la hubiese mirado fijamente también a la señora hasta q me saque la mirada de encima... para la proxima ya sabes q es mejor desayunar en una casa ^_^ . te sigo esperando por mi blog todavía =) saludos!

Yo NO SOY Cindy Crawford!! dijo...

Osvaldoooo pobre...
Cuando un hombre se muestra vulnerable me enternece, me enamora... es como ver su verdadero YO.

Me cago en su ex.

Y si tus ojos grandotes se posaron sobre él, seguro otros ojos también.

Yo también tengo ojos grandes.
:D

Besotes