-A tí qué tanto te cuesta dormir? Tienes media hora para acá, para allá, para cuyá, para un lado, para el otro... y NO ME DEJAS DORMIR!
-Es que no puedo dormir...
-Por eso es que yo preferiría una cama separada.
-Pero, no te gusta dormir abrazadita?
-No, me duele el cuello... o el hombro... o la pierna... me quedo en una posición que no me es natural. Y si no me abrazas, antes de que te llegues a ofender, la cama se me reduce a un tercio, no la mitad de su extensión, me quitas cobija, no me la devuelves, te la tengo que arrancar... Voy a comprarme una cobija para cuando te dé por ponerte egoista en sueños o insomne como hoy. Es la segunda vez que me arrancas la cobija. ¿Quieres un té para dormir?
-No, tranquila, ya me dará sueño.
Así vivía yo, como todas las mujeres con pareja y que tienen la cama compartida.
Ahora tengo una cama para mí solita; una cobijota, del tamaño de mi cama, para mí solita; nadie me quiere meter mano contra mi voluntad (si se pone calentón porque a mí me dió por dormir con pijama de slip y camiseta), y puedo revolcarme todo lo que quiera en mi cama, de un lado y del otro....
... claro, si a mi gato le parece bien y no me maúlla como protesta porque le moví las piernas o lo hice rodar por la cobija, no me tira a morder porque anda juguetón y mi pierna moviéndose debajo de las cobijas le parece un buen objetivo de caza y si no le da por hacerme un masaje en el vientre porque a él le gusta estarse allí, en mi vientre.
Así vivo yo, como todas las mujeres con pareja y que tienen la cama compartida.
2 comentarios:
ni idea que es un "beso de mariposa"
efecto mariposa?
Yo me acostumbré tando a dormir abrazada o empiernada como dice en mi país, con mi pareja, que después me costaba un mundo dormir sola... aunque se agradecía que tenía la cobija para mí solita ;)
Publicar un comentario