16 oct 2011

Hallazgos

Soy de la teoría )y creo haberlo dicho antes en algún post de este mismo blog), que cuando te mudas "uno pierde algo, uno encuentra algo y a uno se le rompe algo".

Cuando uno hace tantas mudanzas como las que hice en mi último viaje (7 ciudades, para ser más exactos, en 23 días, a través de 4 países...), si consideramos que cada viaje es, en sí, una mudanza, pues... se me perdieron muchas cosas, encontré muchas cosas y se me rompieron otras muchas cosas.

Dicho lo dicho, regresé a mi casa con una sensación de "ausencia de referencias afectivas", por llamarlo de alguna forma. Cosas que me esmeré en clasificar y organizar frenética y apresuradamente, a mi regreso las ví y dije "y qué pensaba hacer yo con ésto?". Por no dejar, me instalé a revisarlas, una por una...y como no supe para qué servían, no lograba recordar, decidí donarlas, regalarlas o descartarlas (recortes de revistas, artículos que me interesaban y ya no...)

Sin desarmar la maleta (eso es como la caja de Pandora: si la abres no la puedes volver a cerrar hasta que salga el último fantasma de allí!), empecé a recorrer mi casa como quien visita un museo: la ví con ojos curiosos de quien descubre todo por vez primera. Y casi me muero de un susto: si esta es mi casa, ¿quién era yo? ¿qué decían todas esas cosas de mí? Qué ser incomprensible!

Me refiero a que uno, estando lejos de casa, sólo extraña comodidades, no objetos. Se extraña la cama de uno no porque sea esa cama, sino porque se le tiene ubicado el sitio donde uno duerme mejor en tal posición. Y así con el resto de las cosas.

Pero, habiendo visto las cosas de uno, que antes le proporcionaban "comodidad" con la mirada con la que los ví... era lógico que lo reconsiderara todo, no?

Empecé por los libros que no me he leído y no me leeré jamás. Los presté a dos amigos y ellos se los volverán a prestar, aseguran que me los devolverán para yo volver a prestarlos. cuando todos se hayan disfrutado el que más quieran, me quedaré con alguno que quiera leer y regalaré los demás o los venderé de segunda o quinta mano... los libros siempre tienen vida propia y son originales: nadie jamás se molestó por tener un libro de segunda mano.

La ropa fue lo segundo que ataqué. Parte de mi gavetero fue a dar a las donaciones. Me falta el armario. Hoy me metí con la lencería y ropa de casa...

Y lo que no quería o tenía que sacar, salió porque, hará cosa de 5 días o una semana, descubrí que en mi ausencia, le pegaron pulgas a mi gato. Así que muchas de las cosas que hacían cómoda mi cotidianidad, salieron para evitar una sobrepoblación de pulgas: los cojines de mi comedor, la alfombra del armario, he tenido que lavar progresivamente toda la ropa de toda la casa y la mía... por los momentos, mi gato está protegido por una loción antipulgas y, como sólo le ví una pulga, considero que no tengo más que unas doscientas o trescientas pulgas en casa. Yo, exagerada, asumo que son trescientas. Y es cuestión de no facilitarles el reproducirse, el alimentarse y el poner huevos para que lleguen a totalizar cero.

Además, como no hay dos sin tres, perdí mi teléfono portátil. Claro, con todos los contactos en ella. Muchos de mis contactos, tenían respaldos en mi agenda telefónica. Otros muchos, no. Algunos quedaron perdidos por siempre jamás. Y debía de ser así, creo. Me crea muchos inconvenientes en el trabajo, pero nada gravísimo. Mandé e-mails avisando que tenía el celular perdido, que no me llamaran y no aceptaran llamadas de mi antiguo número... y el que lo leyó, bien, el que no, también. No puedo hacer más.

Pero sólo anoche me dí cuenta de cuan necesario era que yo perdiera la agenda de teléfonos de mi celular: mi libreta de teléfonos en casa está llena de fantasmas. Gente que se ha ido del país, que se ha ido de mi vida, que se fueron de éste mundo. Fantasmas. Y yo seguía guardándolos. Además, mi correo electrónico estaba repleto de gente que, como mi agenda telefónica en casa, son fantasmas. Tras depurar a los dos, mi vida podría resumirse a una página tamaño carta. Esos son mis contactos. Letra Arial 12, nadie se asuste, no es Times New Romans 10. Así de compacta es mi vida.

Y está bien, creo.

Especialmente porque quería arreglar mi casa, deshacerme de "lo superfluo". Eso, antes de irme de viaje. Ahora se me hace de un evidente y un fácil que el libro que me había comprado para ayudarme a ver lo que yo no consideraba superfluo se volvió, en sí mismo, superfluo. Lo que no le resta mérito.

Hago memoria de la rabieta que pasé. De lo que me dolió todo (las incomodidades del viaje, los estorbos que soporté por veintytantos días, los teléfonos y gentes perdidos por siempre) y veo que, en realidad, no es lo que tienes, sino lo que crees tener... Y no es lo que necesitas, sino lo que crees necesitar... eso es lo que te duele perder cuando crees que lo perdiste.

... porque, en realidad, uno no pierde nada que no deba perder, no?
... porque uno, en el fondo, no pierde, sino que se desprende de cosas que no necesita para hacerle espacio a nuevas cosas que han de venir, no?

5 comentarios:

3rn3st0 dijo...

Interesante... No, espera, esa no es la palabra correcta. Profunda, una reflexión profunda, venida del alma, llegada desde lo más íntimo de ti. Esa si era la palabra correcta.

Me alegro al saberte evolucionando, y si, es cierto: "No es lo que tienes, es lo que crees tener."

En alguna ocasión creo haberte dicho que lo tuve todo y que luego, un día, sin más ni más, me quedé sin nada. Nos aferramos a lo material porque creemos que eso nos da comodidad cuando en realidad es que nos sentimos seguros por aquello que nos rodea y que nos hace más sencilla la cotidianidad. Nos aferramos, aún más, a algunas personas y no nos damos cuenta de que ya no están junto a nosotros por el simple hecho de que no las necesitamos más o ellos a nosotros.

Descubres, no sin sobresaltos, que empiezas una nueva etapa. Eso también lo dije, justo el día en que salías del país.

¡Bienvenida Lulú bienvenida a tu nuevo hogar y a un nuevo paisaje, ese que has decidido conocer por ti misma.

¡Que bueno leerte introspectiva, que bueno leerte serena y mirando hacia lo que vendrá y no hacia lo que fue!

Saludos desde Maracay, se te había extrañado en esta casita virtual. Por cierto que me gusta el minimalismo y la blancura de tu decoración :-)

Yo NO SOY Cindy Crawford!! dijo...

Te quiero, Dios mio, te quiero!!!!

Me comí esta entrada. Lo juro.
Hace tanto que quería saber de vos, de tus cosas en tus letras.

Y yo hablo algo parecido en una entrada mía.
Pura sincronicidad.

Besote.

Anónimo dijo...

Como personas tenemos esa "necesidad" de aferrarnos a lo material por diversos motivos... por no cerrar una etapa o por simplemente acumular (hasta somos acumuladores de información)
Pero son esos momentos de "deshacernos" cuando realmente podemos mirar hemos cambiado y que somos ahora y que es lo que hace girar nuestro mundo día a día.
Y sobretodo a que y quienes uno realmente quiere.
Es buenísimo para nuestra propia evolución desechar para atraer y seguir construyendo nuestro propio núcleo.

No pasaba por aquí hace un tiempo
y me basto leer un poquito, para notar lo tanto que extrañaba.

Un abrazo.

Daniela

Lulu dijo...

Creo que necesito hacer un memoria y cuenta de (quienes)lo que debo desprenderme.

Me encantó casi más que las entradas de amor.

(Siguen siendo mis preferidas las "cartas a ti")

Un beso enorme.

Patri S.

Maktub dijo...

Este comentario tristemente reemplaza al anterior; a menos q sepas como recuperar los comentarios q se escriben, se le da a enviar te piden verificar tu cuenta,lo haces pero tooodo lo q has escrito ha desaparecido....NOOOO puede ser, senti cada palabra q te escribi y me esforce o esforze? para estar a la altura de tu aahhgggg no quiero repetir lo q escribi por si se pudiera recuperar mi anterior comentario.
Te dije q me encantò tù descripciòn de las pequeñas mudanzas, q me fascinaron las palabras q elegiste para contestar a mi anterior comentario-agradecimiento y la ternura q compartiste...Ademàs logrè lo propuesto...Atte. Hugo, Maktub1112@hotmail.com Y si no se puede recuperar mi anterior comentario intentarè recordarlo, sino lo dejaremos partir al destino q eligiò...El de las Palabras Huèrfanas de Padre pero muy bièn paridas por sus Madres. Otro beso y otro abrazo en las mismas circunstancias, atractiva Lulu!