9 mar 2011

La libertad

"Renunciar a nuestra libertad es renunciar a nuestra calidad de hombres, y con esto a todos los deberes de la humanidad."
Johann Wolfgang von Goethe

Ansío ser más libre.
Siempre estoy buscando eso.
Me he dado cuenta que demasiadas cosas nos atan. A muchísimas otras cosas.

Amamos las cosas que nos dan comodidad. Eso no es censurable pues es asunto de preservar el bienestar más elemental.

Yo hablo de anhelar más. De ir a más. De conquistar más. Sólo por el hecho de que más es mejor o más me da más...
... allí he de hacer, entonces, una aclaratoria: una línea muuuuy fina nos separa de la ambición más ciega y el más ramplón de los espartanismos.

Cuando un individuo:

-Vive en un país donde cada año la inflación anunciada oficialmente (que NO es la real) depasa el 30%.
-Constata que se necesitan 4 salarios mínimos para enfrentar la canasta básica de un hogar con 2 niños.
-Padece la tenencia de un carro en el parque automotor nacional.
-Constata que de no tener un carro le sería imposible (sin exageración alguna) llegar a su trabajo a la hora en que lo hace y, en consecuencia, su ingreso mensual se vería disminuido hasta quedar en el de lo que se califica como "pobreza crítica" para ese hogar en particular.
-Comprueba que el mercado del mes se corresponde con el 25% de los ingresos mensuales...

... ciertamente, podemos esperar que sea agradecido de tener un trabajo, tener un hogar que puede calificar de propio, lograr cubrir sus necesidades básicas y conseguir tener algún dinero, insuficiente para comprar libros o música o ropa, pero suficiente para hacerle frente a algunos gramos de pan más al mes.

Pero el conformarse a vivir así es negarse el derecho a ser un individuo más sosegado, menos tenso, más expansivo, menos aferrado a lo material.

No son necesidades superfluas, hablamos de la supervivencia de un individuo: comida, vivienda, salud, sueño, etc.

Cuando, como miembro de una sociedad, renuncio a mi calidad de ser humano y me entrego sumisamente a la gestión mediocre que hacen los dirigentes, me anulo como ser pensante y me declaro siervo del conformismo.

Hoy soy rebelde. Hoy soy imprudentemente rebelde en un país donde se abolió hace años el derecho a la protesta con cacerolas, donde la disidencia estudiantil es perseguida y punible, donde la disidencia es causal de juicios ante instituciones civiles o militares (siendo uno un civil... violando TODO derecho occidental concebible) y lo que el gobierno hegemónico no quiere que se sepa, se elimina de los medios... sobre quienes pesa una condena aún más pesada que la de la censura: la de la autocensura. So pena de expropiarles la concesión de uso del espacio mediático.

Hoy soy rebelde. Hoy me opongo. Hoy grito como Zola en su "Je refuse" las injusticias que sobre mi sociedad pobre de visual y ciega de horizontes se ciernen. Hoy me declaro opositora y contestataria, indoblegable y martir: no concibo que si todos los días permanezco más de 14 horas fuera de casa, porque así me lo exige el trabajo que exigua y dificilmente me permite llegar al fin del mes, privada hace meses de cualquier tipo de lujo en cualquier sentido (incluido el considerar como "lujo" un buen filete de algún pescado fresco o algún producto alimenticio como las fresas o los tomates... que son de producción nacional. O eran...), considerando mis dificultades de transporte, deba ahora, encima de todo, verme privada por 4 días casi en contínuo del minúsculo placer de una ducha al final del día.

No, no me encojo má sde hombros. No, no me da la gana de mirar pasivamente cómo la política me tiraniza la cotidianidad.

NO! No soporto ver como todo el mundo se pone gríngolas y, como caballos de carrera, se alistan en la gatera para correr más lejos hacia un destino que no hace más que dar vueltas estúpidamente sobre sí mismo.

No renuncio a mis derechos. No lo he hecho nunca. No pienso hacerlo ahora.
Y menos pienso renunciar al derecho de pertenecer a esa élite casi desaparecida (o muy asfixiada) en mi país que se llama humanidad.

El día que mi pueblo ciego y torpe vea que NADIE es Mesías, que NADIE ha de hacer tu trabajo para darte lo que necesitas, que NADIE tiene el derecho de arrebatarte lo que trabajaste para dárselo a otros que nada hicieron, que NADIE tiene el poder de aplastarte hasta hundirte y de arrebatarte de un soplido cualquier tipo de comodidad, entonces puede que como país levantemos la mirada al cielo y consideremos que el barro que nos moja la cara, tras babearnos estúpidamente por años, deba darnos razones suficientes para alzarnos del suelo e ir en pos de esa humanidad que debería garantizarnos a todos oportunidades para crecer.

Quiero creer que llegará el día en que mi ciego país minado de conformismo dirá que ya basta, y se irá a buscar su futuro para que todos crezcan. No para que todos se hundan en una miseria sin fin, renunciando a cualquier rastro de "ciudadanía", convirtiéndose en animales humanizados.

Despierten! Hasta cuando babearemos paralizados mientras nos llueve y nos ventea encima?

Como país somos más y podemos más que el capricho de unos cuantos en posiciones elevadas dentro de la esfera política. El cambio no empieza arriba, siempre empezó abajo, siempre empezó en la sociedad. Seamos, cada quien, tan bueno como querramos que los demás sean con nosotros y veamos los cambios. Preparémonos para ser los seres humanos que reclamamos y exigimos como dirigentes. Así, como pueblo, sabremos elegir gente capaz para dirigirnos. Nunca para dominarnos.

JE REFUSE DE CONTINUER AVEUGLEMENT DANS LA INDIFFERENCE!!
RECHAZO EL SEGUIR CIEGAMENTE EN LA INDIFERENCIA!!!

3 comentarios:

Yo NO SOY Cindy Crawford!! dijo...

Wow...
Claro como el agua que te niegan para darte una ducha.

Chapeaux!

Anónimo dijo...

Uff...que potente
ojala esto cambie
y podamos vivir en un mundo mejor
para todos

Espero que estes bien

Saludos

Daniela

Oz Vega dijo...

Si muchos pensaran asi, si muchos se contagiaran de esa rabia necesaria, si muchos dejaran de alzar los hombros y se pusieran de una vez las botas de trabajo...
Ay amiguita... si todos pudieran leerte... :(