Un regalo muy especial... aunque no soy madre!!

No soy nueva en el mundo de los blogueros. Tengo 3 blogs que precedieron a éste. Cada uno es distinto, los 3 anteriores los escribió una que no soy yo, la de ahora. Era otra persona y otra personalidad. Pero esa es historia que pertenece a otro tiempo y otro lugar, como decía el autor de "la historia interminable".

Mi mamá, cómplice de mis aventuras blogueras, me ha acompañado desde el inicio. Al principio hube de explicarle cómo funcionaba este mundo, qué alcances tenía, qué implicaciones existían. Mi papá y mi hermana se unieron a la lectura y diatriba derivada de mis textos, se disfrutaban las polémicas y se unían a los que me comentaban.

Poco a poco, el leer lo que Lulu escribe se ha convertido no en un ritual sino en un rato de disfrute: "cuando tenga tiempito, con calma, mi amor". Se ve que leerme ha pasado de ser un "modo de seguirle el pulso" a "una visión literaria distinta". Y así me alegra que sea.

El tema es que en este bebé literario, porque es el primer blog creado como un cuaderno de ensayo literario, me he encontrado con gente muy peculiar que se ha lanzado a escribirme con el corazón en el teclado. Sé que hay muchos más que no escriben, que sólo leen, meditan y se van. Y es la primera vez que también me pasa eso: se mastican en silencio mis palabras. No sé todavía la razón, todo bien. ¿Alguien me la podría decir? La suya propia, pues.

El hecho es que hace unos días, visitando a uno de los bloggers que me leen fijo, me encontré con que solicitaba a los que lo leían a él que hicieran a un lado la modestia y la vergüenza y le mandáramos uno y sólo uno de nuestros textos: el que más nos gustara.

Me puse a buscar en mis 4 blogs y, allí me dí cuenta, me gustó más lo escribo en mi nuevo blog, este que se están leyendo. De cinco opciones, saqué un solo texto y se lo mandé a mi nuevo amigo literario, Potter. Nunca me dijo qué iba a hacer con él.

Tengo días leyéndolo, analizándole las líneas. Y hace días dijo que pronto sabríamos para qué era el texto. A él suelo leerlo una vez por semana porque no es de publicar a diario, como mi amigo "....". Hoy, lunes, me toca revisar a Potter para sonreirme un ratito....

... y me encontré con esto: Un regalo muy especial

Yo ni sé qué decir... Bien sabía Buddah y el Tao que quien da como si no tuviera límites, como quien no tuviera qué hacer con su vida sino dar, y haciéndolo bien, con justeza y a quien se debe, recoge y cosecha lo que no esperaba recibir.

Gracias, Potter, por el regalo a tu mamá. Sin saberlo, ella me ha hecho un regalo muy especial, aunque no soy madre.

Gracias a todos los que me leen, me estimulan a seguir, me dedican 2 segundos en "la rumiadera pensante" y los que se toman la molestia de decir que soy X o Y cosa. Todos hacen que este blog tenga vida, gane espacio, eche pulmones y se largue a respirar amor para exhalar paz.

Un abrazo hoy a todos!! Madres o no... y sobre todo a Doña Magno (mamá de Potter) y mi mamá... que son, como todas las madres cómplices y amigas de sus hijos, aventureros sin brújula que empiezan a pegar brincos fuera del nido.