... una opinión no es un decreto y un consejo no es una orden.
Es de sabios el ver nuestras palabras como luces en el cielo: cada quien mirará la que más le guste. Y no debemos creernos con la potestad de guiar hacia algún destello en particular la mirada del que nos acompaña, nos sigue o nos consulta. A veces, si también escuchamos al otro, aprenderemos a observar nuevos matices y nuevos destellos.
Que sean nuestras opiniones, ideas, sugerencias y consejos, pues, simplemente eso, palabras que ayuden a dar luces a quien quiera aferrarse a ellas.
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