Fiesta en el vecindario

21.30 horas en Caracas. En algún lugar del oeste...

Voz 1, desafinada, dudando al principio:
She packed my bags last night pre-flight
Zero hour nine a.m.
And I'm gonna be high as a kite by then...
Voz 1 y 2, la 2 duda, la 1 guía:
...I miss the earth so much I miss my wife
It's lonely out in space
On such a timeless flight

Voces (varias, sin sexo definido salvo la 1 y la 2):
And I think it's gonna be a long long time
(En tropel, fuera de tempo y perdidos luego):
Till touch down brings me round again to find
I'm not the man they think I am at home
(A los gritos en esta parte, todos juntos):
Oh no no no I'm a rocket man
Rocket man burning out his fuse up here alone

Voz 1, dudosa:
Mars ain't the kind of place to raise your kids
In fact it's cold as hell
(Solo de Elton John en el equipo de sonido)
And there's no one there to raise them if you did
And all this science I don't understand
It's just my job five days a week
A rocket man, a rocket man
And I think it's gonna be a long long time...

(Vuelven las voces, destempladas, fuera de tempo, luego a destiempo y finalmente a los gritos del coro. Alguien a los gritos pregunta, por encima de la muchedumbre cantadora, dónde quedó el sacacorchos. Alguien más, con la autoridad de un dueño de casa, le contesta que está al lado del fregador en la cocina... sigue el coro y aplauden el performance de todos al final)

Es asunto de mi vecindario el convivir con fiestas que se escuchan pero no se logran ver nunca. Hecha esa aclaratoria, tengo carta blanca para hablar de mis dos vecinos que gustan de hacer públicas sus celebraciones.
Este, el de la canción "Rocket Man" de Elton John, es el vecino que me cae simpático. Sus reuniones son como las mías pero en volumen proyectado: suelen beber vino (lo sé porque siempre alguien pregunta dónde quedó el sacacorchos); cantan algunos números de Elton John, Donna Summers, Gloria Gaynor y otras excentricidades de los 60 y los 70; suelen reir de buen grado y saben divertirse sin armar grandes escándalos... salvo el de las canciones "claves" para ellos, a todo pulmón, en el balcón.

Les conozco la rutina: primero cantan "Rocket Man", de Elton John; le sigue "I will survive" de Gloria Gaynor; acá puede ir "Babe, I love you" de, Cher y Sonny, o la de "Voulez-vous", de Abba, para terminar siempre con la de "Daniel" de Elton John. Que es una de mis favoritas eternas de Elton John. El set completo de canciones lo cantan en unas 2 horas, con tiempos variables. Ahora mismo arrancó la de Gloria Gaynor. ¿No se los digo? Y se oyen copas al fondo. Hoy se la van a pasar bomba.

Esos son mis vecinos más cercanos y los que yo llamo "los simpáticos". Para mí son del todo inofensivos porque somos de gustos parecidos y aunque hacen ruido no son escandalosos: acaso los oímos los apartamentos de este lado del edificio...

Ahora bien, tengo otros vecinos que cuando la arman, la fiesta es de total dominio comunitario. Y cuando digo "total" s+e lo que digo: son los vecinos de 100 mts al noroeste de mi edificio. En la calle paralela a la mía.

Estos son fastidiosos no porque sean escandalosos, sino por lo frecuentemente escandalosos que resultan. Arrancan a las 8 pm y ya sabemos que el jaleo no terminará sino a las... que al del cajón de flamenco le dé por terminar la fiesta. Empiezan con un karaoke, sigue un discplay (miniteca, pinchadiscos, llámelo como quiera). Le sigue alguna orquesta, miniteca o equipo de sonido a alto volumen y cuando se acaba el equipo de música o yo me despierto, lo que ocurra primero, se oye un cajón flamenco que a veces va a compañado por palmas y todo... y a veces va en solitario y el percusionista se revela "cantaor".

El asunto insoportable de las fiestas de estos vecinos es el animador de la orquesta o miniteca que contratan. El tipo se cree un exitazo y es de un ordinario feroz. Se oyen cosas como:

"Y vamos a ver cómo lo mueve PERENCEJIIIIITAAAAAAAAAAA.... (canción de La Bomba por King Africa) Un movimiento sexy, un movimiento sex-vamos Perencejita, así, así, así, eeeeeeesoooooo!!! Un aplauso para PERENCEJITAAAAA!". Lo repite con 5 personas más...

Lo mismo hace con las canciones de "Living la vida loca" de Ricky Martin, "Boom Boom" de Chayanne y "Ave María" de David Bisbal. A estos vecinos, viéndolo ahora, en cierto modo también me los conozco. Pero sólo en este capítulo. La selección de música varía de fiesta en fiesta: a veces hay más merengue y techno merengue, a veces es más salsa y a veces es más reggeaton (allí me quiero pegar un tiro y matarme de una vez por todas, no importa lo que esté haciendo. Suelo invocar a mis maestros, me siento en posición de flor de loto y procuro meditar. En el peor de los casos agradezco tener la ocasión de practicar la paciencia y la modestia...)

Ciertamente, suelo dormirme en algún punto entre la miniteca y el percusionista con el cajón flamenco. A la 1 o 2 am, cualquier honrado trabajador se sentirá lo suficientemente abrumado por el cansancio como para colapsar, sin importar el nivel de intensidad del reggeaton en la fiesta ni la frecuencia con que lo pongan a sonar...

Pero, sin lugar a dudas, el del cajón flamenco es el número de oro de estos vecinos. El asunto del cajón es así: sale a tocar el hombre luego que se acabó la música, todo el mundo dejó de cotorrear a niveles ensordecedores y se quedan a seguir la rumba los insaciables o los que más aguanten. El hombre toca un rato, siguen las conversas, vuelve a tocar otro rato y siguen las conversas, vuelve a tocar... y en una ocasión, a las 5.30 am de un domingo se le ocurrió terminar sus "presentaciones" con un "Buenos días, carajo" bien sonoro y enérgico que fue correspondido con una serie de improperios mezclados con la frase "como si hubiera podido dormir" de parte de mi vecino de arriba.

Estos vecinos son los que llamo "los egoistas": si pasaran invitación y uno no quisiera ir, es una cosa. Pero que le perturben a uno la cotidianidad a pesar de los llamados a la policia (que no logra poner orden más de 10 minutos a la fiesta), sin invitarlo a asistir a la fiesta es otra cosa.

Ahora bien, como soy una positivista, tengo que verle el lado bueno al asunto. Y el único que logro ver claramente es que mi repertorio musical brasileño se ha ampliado grandemente desde que estos vecinos se mudaron aquí: un vecino de la parte de atrás de mi edificio, para "hacerle contra" a los vecinos egoistas, pone a todo volumen piezas musicales de Chico Buarque, Ivan Lins y otros artistas brasileños que no conozco pero que estoy empezando a descubrir gracias a la escucha atenta, mi buen oido para los idiomas y la internet. Y también me he puesto a investigar temas clásicos del flamenco para, cuando pueda, pedirle algún número al del cajón flamenco de la fiesta. Visto bien visto, tengo derecho, ¿no?

Hace rato cantaron la de Sonny y Cher, ahora está empezando "Daniel". Si me disculpan, me voy a ir a cantar un ratico. Hoy es día de fiesta en mi vecindario...