27 abr 2010

hurgar en mis miedos

Me arden los dedos.
Es una sensación extraña, como si una planchuela de metal, cerca de una flamita de vela, se hubiera adosado al dedo anular de mi mano izquierda.
Y se hubiera expandido...
Y expandido...
Y expandido.

Así, se ha apoderado de la cuasi totalidad de mi dedo anular.
De la mitad del meñique.
De dos tercios del corazón.
Y amenaza con invadirme el índice.

Ya probé con todos los remedios que creí podrían ayudarme.
Sí, también metí la mano en agua fría.
Y dí tres brincos alrededor de una silla.
Cantando. Sí, eso tampoco se me olvidó.

Pero nada lo alivia.
Así que, viéndolo fijo, le pregunté qué podría ser su alivio.
Y me respondió que a tí, desde tu silente exilio, sin falta debía escribirte.
Y, ¿sabes qué?
Todavía no es total, pero empiezo a sentir alivio.

Ahora veo qu een la piel de todo el cuerpo me están brotando pequeñas burbujitas. Cual si me hubiera salpicado agua en cantidades minúsculas, regada por un hada.
Son rojizas en la parte externa y con agua transparente en el interior.
Y pican.
Y pican.
y siguen picando.

¡Hasta me escuecen a veces!

Y las miré fijo, las miré más de cerca que a mi dedito ardiente...
... y las interpelé de igual forma.

Me respondieron que cada una de ellas es un pequeño miedo.

¡Y me he dado cuenta que tengo muchísimos miedos pequeños!
¿De qué temo? ¡Todo está definido!

Pero sí, le temo a tantas cosas que tengo todo el cuerpo brotado.
Tengo miedo de encontrarte.
Tengo miedo de que me gustes.
Tengo miedo de que seas como te imaginé.
Tengo miedo de enamorarme estúpidamente, hasta las patas, inconsolablemente.
Tengo miedo de saberme ligada a tí irremediablemente.
Tengo miedo de que me guste saberme irremediablemente ligada a tí.
Tengo miedo de que quieras envejecer conmigo.
Tengo miedo de que me parezca buena idea compartir la vejez.
Tengo miedo de querer envejecer a tu lado.
Tengo miedo de pensar en un lindo futuro juntos.
Tengo miedo de la rutina, que podría deslavarnos el gusto de estar juntos.
Tengo miedo de jugar a los novios.
Tengo miedo de querer enseriarnos y formar pareja.
Tengo miedo de que se te dé por casarnos.
Tengo miedo de que me parezca buena idea.
Tengo miedo de que hasta celebre la idea de casarnos!
Tengo miedo de que planeemos familia.
...
...
...
...

Pero, sobre todo, tengo miedo de que todo me salga tan lindo, tan bien y tan perfecto como en el fondo de mi ser consciente siempre soñé, como en el fondo mi corazón siente que merezco, como mi alma cree que puedo llegar a ser.

Eso sí, el brote ha disminuido en intensidad, en númeor de apariciones por segundo y en escozor.

Creo que me toca seguir hurgando en mis miedos...

4 comentarios:

marichuy dijo...

Miss Lulú

Creo que es normal sentir miedo ante lo desconocido, la incertidumbre es la mayor tortura que puede haber. Antes creía que tener miedo al dolor y a no ser feliz era nuestro peor temor posible. Pero ahora, cada vez estoy más convencida que a lo que más tememos es a ser "felices"

Lo que que sigo sin entender es la razón de ello ¿por qué nos dará miedo ser "felices", Miss Lulú?

Un abrazo (y ya no se rasque mucho, que se va a sangrar al piel).

Yo NO SOY Cindy Crawford!! dijo...

Creo que en parte son muy lindos tus miedos, Lu. No?
Son tiernos en gran medida.

Hay tanta gente que dice no tener miedo.
Tanta que dice no esperar.
Tanta que vanagloria tantas cosas.

Si hay amor, hay miedo.
Si hay amor, hay esperas.
Hay esperanza.
Hay errores, aciertos, temores, consuelos.

El amor es un combo de sensaciones, y siempre está bueno pasar por cada una de ellas.

Vas por buen camino.

Besasos.

Gael dijo...

"Creo que le tienes miedo a que las cosas salgan como te decimos saldrán" fue algo que oiste hace poco.

Me alegra MUCHISIMO que hayas decicido hacer frente a tus miedos.

Y natural o no, Lu, no te permitas que tu miedo a enamorarte, a que el se enamore, a querer envejecer con el, a que el quiera envejecer contigo, te detenga en el camino a tu felicidad. Que del miedo se vive, pero mal...

Mil besos y mis aplausos. Gael

Lulu dijo...

Por no saber qué decir con lo que produjo mi post en ustedes, no respondí antes, sepan disculparme...

Miss Marichuy:
Es sabia usted. Creo que el infierno más grande que nos podemos encontrar es el de la repetición... pero la incertidumbre es nuestra mayor tortura, como bien dice usted (me quedé analizándola un tantín).

Y no sabría explicarle por qué tenemos miedo a ser felices. Me parece que venimos al mundo con un chip de "baja autoestima" que nos hace sentir increiblemente "des-merecedores" de todo y todos. Al punto que hay los que teniendo todo para ser felices no lo son o, inconscientemente, se auto-sabotean la felicidad que tienen o pueden llegar a tener.

Le dejo un abrazote a usted! Y no se preocupe, lo peor son las costritas que se forman después... me rasque yo o no!

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Miss You, only you!:

"Miedos tiernos". Me gustó esa...
Si hay miedo, siempre hay un poquito de incertidumbre, si hay un poquito de incertidumbre, siempre hay la posibilidad de decir "si tal cosa no pasa... me voy, porque eso no me lo aguanto"... y se acabó tu camino hacia la felicidad. O comenzó tu camino hacia la felicidad. Es dificil saber cuál será el correcto en cada caso.

Así que dudo que si haya amor sea bueno que haya miedos.
Pero a mí me da un ataque de aprehensión... cual caballo que van a ensillar para montar...

Eso sí, allí tienes razón: "el amor es un combo de sensaciones"... creo que sí, pero esto se me hace montaña rusa y todo! Jajajaja...

Va, que voy por algún camino, no sé si bueno... pero te voy a creer!!

Besazo!

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Gael:

... El miedo mata...

Gracias, gracias!;D (tu sais pourquoi)

Abrazote gigante!