Abrazos gratis

La propuesta la lanzó una amiga el otro día en su perfil flickr...

De inmediato me provocó hacer mi versión de la foto... y aquí la ven. Es la número siete y, de ocho, fue la que más me gustó. Digo yo que no en balde fue la número siete...

Viéndola, pienso en las cosas cálidas que me traen a la mente los abrazos...
... seguridad (ante un susto)
... abrigo (ante un poco de viento frío)
... cariño (y bueno... para eso están, no?)
... complicidad ("aquí entre nos, te voy a decir que, francamente...")
... emoción (porque ganó nuestro equipo!!)
... ternura (otra función básica de los abrazos)

Pienso, mientras escribo, en las ocasiones en que los prodigo. Soy muy táctil, creo, y soy de mucho abrazar a la gente que me importa, a la gente que quiero, a los que me conmueven y a los que hacen que mi corazón sintonice con el de ellos.

Creo en la plenitud de un abrazo: en comunicar mi mundo al otro que quiere saber de mi mundo y, con suerte, contarme del suyo. Creo en los corazones que se hablan a través de dos cajas torácicas en contacto osmótico. Creo en los intangibles de dos brazos cruzados en las espaldas o el cuello de otro como yo y todo un río de emociones al descubierto.

Me encanta abrazar. Me encanta que me abracen. Razones hay muchas. Maneras, a montón. Los por qués de mi afición a los abrazos son como si fueran nulos: me da flojera explicarlos.

Analizando la frase, lo que en mí producen los abrazos, lo que se produce cuando abrazo a otro y tantas menudencias más, creo que a la humanidad entera le falta abrazos.

Al final, tan loca no habría de estar la propuesta de "abrazos gratis"...
Pero, quizás sí cause sorpresa o haga preguntarse a más de uno, si la aseveración era cierta o no.

Y a tí, qué te producen, qué piensas, qué sientes, frente a la inminencia de un abrazo?!

Besos y abrazos.