30 jul 2009

Ya no sé qué hacer conmigo

Ya tuve que ir obligado a misa, ya toqué en el piano "Para Elisa"
ya aprendí a falsear mi sonrisa, ya caminé por la cornisa.
Ya cambié de lugar mi cama, ya hice comedia, ya hice drama
fui concreto y me fui por las ramas, ya me hice el bueno y tuve mala fama.
Ya fui ético, y fui errático, ya fui escéptico y fui fanático
ya fui abúlico, fui metódico, ya fui impúdico y fui caótico.
Ya leí Arthur Conan Doyle, ya me pasé de nafta a gas oil.
Ya leí a Bretón y a Moliere, ya dormí en colchon y en somier.
Ya me cambié el pelo de color, ya estuve en contra y estuve a favor
lo que me daba placer ahora me da dolor, ya estuve al otro lado del mostrador.
Y oigo una voz que dice sin razón
"Vos siempre cambiando, ya no cambiás más"
y yo estoy cada vez más igual
Ya no sé qué hacer conmigo.
Ya me ahogué en un vaso de agua , ya planté café en Nicaragua
ya me fui a probar suerte a USA, ya jugué a la ruleta rusa.
Ya creí en los marcianos, ya fui ovo lacto vegetariano.
Sano!
Fui quieto y fui gitano, ya estuve tranqui y estuve hasta las manos.
Hice el curso de mitología pero de mi los dioses se reían.
orfebrería lo salvé raspando y ritmología aqui la estoy aplicando.
Ya probé, ya fumé, ya tomé, ya dejé, ya firmé, ya viajé, ya pegé.
Ya sufrí, ya eludí, ya huí, ya asumí, ya me fuí, ya volví, ya fingí, ya mentí.
Y entre tantas falsedades muchas de mis mentiras ya son verdades
hice fácil adversidades, y me compliqué en las nimiedades.
Y oigo una voz que dice con razón
"Vos siempre cambiando, ya no cambiás más"
y yo estoy cada vez más igual
Ya no sé qué hacer conmigo.
Ya me hice un lifting, me puse un piercing, fui a ver al Dream Team y no hubo feeling
me tatué al Che en una nalga, arriba de mami para que no se salga.
Ya me reí y me importó un bledo de cosas y gente que ahora me dan miedo.
Ayuné por causas al pedo, ya me empaché con pollo al spiedo.
Ya fui psicólogo, fui al teólogo, fui al astrólogo, fui al enólogo
ya fui alcohólico y fui lambeta, ya fui anonimo y ya hice dieta.
Ya lancé piedras y escupitajos, al lugar donde ahora trabajo
y mi legajo cuenta a destajo, que me porté bien y que armé relajo.
Y oigo una voz que dice sin razón
"Vos siempre cambiando, ya no cambiás más"
y yo estoy cada vez más igual
Ya no se que hacer conmigo.
Y oigo una voz que dice con razón
"Vos siempre cambiando, ya no cambiás más"
y yo estoy cada vez más igual
Ya no se que hacer conmigo.


El cuarteto de Nos. Ya no sé qué hacer

La vida es fantástica, infinita y desmesurada. Cómo podría yo ser hija del conformismo y la mesura con las cosas impresionistas y conceptuales que la vida me arroja, segura de que sabré descifrarlas?

Meses ha que el hijo de una amiga me regaló un disco de mp3 de Cerati. Me decidí, entonces, a deslastrarme de mi ignorancia sobre Soda Estereo, Cerati y el medio de los dos. Me pesó mi virginidad auditiva y cognitiva y sabía que él era el indicado para ayudarme en esa tarea. Su generosa ayuda, no sospechaba yo, me iba a cambiar la vida.

Mi adolescencia cronológica la viví en una cápsula de relaciones. Nunca cuajé en la escuela luego de haber sido por 9 años "la niña nueva y destacada" de la sección B, primero, y Ciencias después. Eso de merendar sola teniendo a 60 niñas en 2 secciónes por grado, hizo mella. A los 15 años había leído a Kafka y Shakespeare, hice árboles genealógicos de la mitólogía a los 13 años y no sólo la romana y la griega. Pinté imitando a Quiroga, paisajes de niños diabólicos por culpa de su estupidez a mis 9 años. Leí lo que me dió la gana de clásicos franceses a los 16 y aborrecí las quejas de un incomprendido Nietsche a mis 14 años.

Fui y volví. Me empaché de cultura, hablaba por las ramas, bordé y tejí, cosí y pinté, saqué materias con notas brillantes, peleé a capa y espada con "las 3 marías" (física, química y matemática) por facilitarme el posible acceso a más carreras universitarias luego. Era imposible entonces decidir el resto de mi vida. No entendía quién era el sensato que exigía que a mis 17 años yo supiera qué carajos quería hacer con todo el resto de mi existencia humana. Me hice permanentes, arranqué mi melena recta a media espalda de un plumazo con ayuda de navaja y la esgrafilé hasta tenerla con un largo máximo de 3 dedos por debajo de mis orejas. Usé lentes y frenillos, terminé de usar frenillos y cambié el estilo de mis lentes de montura, me enemisté con mi piel y sus granos y desistí de torturarla hasta firmar un tratado de paz que perdura aún hoy, a mis 3o años.

Al entrar en la universidad, lo hice tras hacer descarte de mis opciones. Hice veranos para tantear una carrera, me inscribí en otra, No me gustó mi recién escogida carrera, me deprimí y cambié a otra. Tenía amigos en 5 facultades y conocí más de 10 personas por cada uno de mis amigos. Hice compinches, compañeros, amigos y enemigos en mi carrera.

Y se me pasaron años de referentes musicales de la gente de mi edad. Algunos los atrapé en su momento, otros con un lustro de desfase. Otros... ahora. Como es el caso que les describía antes.

Tengo 3 días, sí, TRES días, con esta canción en loop en mi equipo, mi cabeza y mis venas. Me encanta, me sublima, me potencia. No sé a quien deba bendecir, pero el hijo de mi amiga hizo que argarrara a Cerati como no me encontró Kafka: con un conocimiento del mundo que me hace entender sus dobles y triples lecturas a veces, con un conocimiento de jerga argentina que me hace sonreirme donde, a mis diecialgo de años no hubiera hecho más que levantar la ceja. Y me acompasé con la gente de mi generación y la que la precedió en cosa de 3 días. Entiendo tanto, tan poco y tan bárbaramente todo... Amo a Cerati, amo Soda Estereo. Para mí no hay fisuras, sólo búsquedas y encuentros. Me encanta El Cuarteto entre nos y lo entiendo como un proyecto que fue lo mejor que pudo pasarles a todos. Tengo una visual poco objetiva y completamente ajena de pasiones desmedidas. El trabajo de las letras, la música, los coros y los arreglos de unos y otros es, para mí, algo encomiable en cada una de sus vertientes. Y Cerati, el sinfónico, el intenso... es para mis momentos operéticos, esos que me abundan en mis días hermosos por la tarde.

Y entiendo que nada es casual. Que debía "descubrir" a Cerati y Soda en este momento y no antes. Que debía llenarme de esa energía rebelde, filosófica, reflexiva e irreverente ahora, a mi treintena. Qué dicha lo de tener "espasmos adolescentes" a lo largo de más de una década. Tiene sus bemoles, pero tiene tantas cosas buenas que sólo puedo agradecer a mi vida la ocasión de haberme hecho una aberrada para mi tiempo: precoz para unas cosas, retrasada para otras. Me ha llenado de una efervescencia y un curioso inconformismo que me hace decir, remedando a la canción:

Ya tuve que ir obligada a misa, nunca toqué en el piano "Para Elisa"
ya aprendí a falsear mi sonrisa, ya caminé por la cornisa.
Ya cambié de lugar mi cama, ya hice comedia, ya hice drama
soy concreta y me voy por las ramas, ya me hice la buena y tuve mala fama.
Soy ética, y fui errática, ya fui escéptica y fui fanática
ya fui abúlica, fui metódica, ya fui impúdica y fui caótica.
Ya leí Arthur Conan Doyle, ya me pasé de nafta a gas oil (nunca usé sino gasolina como carburante en mi carro y mi vida).
Ya leí a Bretón y a Moliere (más Moliére que Breton), ya dormí en colchón y en somier.
Ya me cambié el pelo de color (dos veces), ya estuve en contra y estuve a favor
lo que me daba placer ahora me da dolor, ya estuve al otro lado del mostrador.
Y oigo una voz que dice sin razón
"Vos siempre cambiando, ya no cambiás más"
y yo estoy cada vez más igual
Ya no sé qué hacer conmigo.
Ya me ahogué en un vaso de agua , ya planté sávila contrabandeada en aquella casa
ya me fui a probar suerte a Europa, ya jugué a la ruleta rusa.
Ya creí en los marcianos, ya fui ovo lacto vegetariana.
Sana!
Fui quieta y soy gitana, ya estoy tranqui y estuve hasta las manos.
Hice el curso de mitología pero de mi los dioses se reían.
orfebrería quisiera estudiarlo y ritmología aqui la estoy aplicando.
Aún no probé , ya fumé (cigarrillos), ya tomé, ya dejé, ya firmé, ya viajé, ya pegué.
Ya sufrí, ya eludí, ya huí, ya asumí, ya me fuí, ya volví, ya fingí, ya mentí.
Y entre tantas falsedades muchas de mis mentiras ya son verdades (Oh! Sí!)
hice fácil las adversidades, y me compliqué en las nimiedades.
Y oigo una voz que dice con razón
"Vos siempre cambiando, ya no cambiás más"
y yo estoy cada vez más igual
Ya no sé qué hacer conmigo.
Aún no me hice un lifting, me puse un piercing, nunca fui a ver al Dream Team porque no hubo feeling
nunca me tatuaría al Che en una nalga, ni arriba de mami para que no se salga.
Ya me reí y me importó un bledo de cosas y gente que ahora me dan miedo.
Ayuné por causas al pedo, ya me empaché con pasticho al eneldo.
Ya fui al psicólogo, fui al teólogo, fui al astrólogo, fui al enólogo
aún no fui alcohólica (el verano del 2001 se acerca) y fui lambeta, ya fui anónima y ya hice dieta.
No lancé piedras pero sí escupitajos, al lugar donde ahora trabajo (Juajuajua... qué recuerdos!!)
y mi legajo cuenta a destajo, que me porté bien y que armé relajo (a ratos)
Y oigo una voz que dice sin razón
"Vos siempre cambiando, ya no cambiás más"
y yo estoy cada vez más igual
Ya no sé qué hacer conmigo.
Y oigo una voz que dice con razón
"Vos siempre cambiando, ya no cambiás más"
y yo estoy cada vez más igual
Ya no sé qué hacer conmigo.

5 comentarios:

Yo NO SOY Cindy Crawford!! dijo...

Ta muy largo Lu... y tengo ganas de vomitar, despues te leo.

Lulu dijo...

UH! Sonó feo eso... ojalá no sea nada serio!

Manzana. dijo...

wow... me encanto ese post!!!

jajajaja y es increible pero muchas cosas a mi corta edad ya las hice :D

Vienna dijo...

Me encantó la adaptación.

Lulu dijo...

Vcellistar:
Eso es precisamente lo normal: hacer muchas de estas cosas a tu edad. Lo anormal es loq ue me pasa a mí: vivir "espasmos" de adolescencia durante una década y pico después de que, oficialmente, he debido dejar todas esas cosas atrás.

Es precisamente eso, en parte, según creo, lo que me hace parecer menor a la edad que tengo. De paso, mi físico no ayuda a hacerme ver mayor...

Un abrazo!

Vienna: Era lo menos que podía hacer, visto que hay cosas que no he hecho y algunas que no haré... jajajajajaja...

Un saludo!