28 jul 2009

Ochocientos cincuenta gramos de felicidad

Dicen los médicos que uno debería comer una cierta cantidad de comida en cada ocasión para evitar distensiones estomacales que hagan que luego uno coma en demasía y engorde...

Dicen los filósofos orientales, que uno sólo debería comer hasta la saciedad, no hasta la saturación o más allá de la capacidad de disfrute y deglución...

No me acuerdo cuánto es que dicen los médicos que son los valores estándar de comida en cada ocasión...

La medida de los filósofos orientales es muy sabia: es individualizada.

Pero la mía, hoy, descubrí más o menos cuánto pesa: ochocientos cincuenta gramos.

Diría alguien que conozco: "Vamos por partes, como diría Jack El Destripador":

Unos trescientos gramos de caraotas (frijoles/fríjoles/porotos) negras aderezadas con cebolla frita, pimienta multicolor y comino en grano.

Algo así como trescientos gramos de aguacate (palta) aderezado con apenas una rociadita de sal.

Unos doscientos cincuenta gramos de plátanos (no el que llaman "plátano" en sur de este continente, sino el banano grande que hay que cocinar para poder comer, el que en francés llaman "platain"...) cocidos con azucar.

Todo junto. Sin revolver, saboreando cada cosa conjuntada con las demás. Dejando que el comino explote mientras el suave terciopelo de las caraotas se endulza con el plátano, y el todo se hace untuoso con el aguacate, hecho mousse que casi podría fundirse en mi boca.

Glotona, golosa, hedonista, sibarita, intensa, compleja, no sé, no me interesa. Pónganme el adjetivo que quieran. Yo como así... con la lengua hecha una mano. Con los ojos hechos lengua.

Pero, tranquilos, aunque como con esa increible avidez desbordada de texturas y colores, las cantidades varían entre mis 5 comidas diarias: para el desayuno y el almuerzo como esa cantidad, pero para la cena mucho menos. Y en el medio, entre el desayuno y el almuerzo y entre el almuerzo y la cena, meriendo algo menos que cuatrocientos gramos de felicidad.

Creo que por eso no engordo: con semejante trabajo olfativo, gustativo, creativo, poético y táctil, lo que como se desaparece en un santiamén.

Sólo me queda la felicidad de saber que he tenido qué comer y que ha resultado ser delicioso.

4 comentarios:

Yo NO SOY Cindy Crawford!! dijo...

Ya me dio hambre...
Ufa!
:P

Lulu dijo...

Ufa! Jajajajajajajaja...
Gracias por el comentario que más me hizo reir esta semana!! :D

Gustavo Puntila dijo...

Mi queridísima Lulu, un muy feliz cumpleañossssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss. Espero que por cada una de las pasadas eses hayas recibido un beso y un abrazo! La última es de los míos!

Felicitaciones y espero que el día haya sido muy especial!

Lulu dijo...

Sr. Gustavo:
TAN LiNDO QUE ES!!!! Gracias!!!
Y casi casi fue así... lastimosamente no tengo taaaaaaaaanta gente como para que me abracen así... pero entre los de aquí y los de allá y los de acuyá... sumamos la mitad de las S.

Y no es mal promedio para los 31 años! :D

Gracias de nuevo y sí, sí que fue especial ;)
MUAK!